Cerramos la serie en la que hemos explicado los distintos tipos de biomasa y los aspectos que determinan su calidad hablando de los residuos agroindustriales utilizados como combustible en instalaciones para biomasa.
Los residuos agroindustriales adecuados para su uso en la combustión en calderas de biomasa se originan principalmente en los procesos de producción de aceite de oliva y aceituna (hueso de aceituna) o de frutos secos (cáscara de almendra). Y también, en menor medida, en procesos de producción de las alcoholeras y de la uva.
Para conseguir una adecuación mayor a su uso como combustible y aumentar su poder calorífico, se procede al secado de estos residuos, lo que permite reducir el grado de humedad. Normalmente estos combustibles son económicos y presentan una buena calidad. Estas dos son principalmente sus dos grandes ventajas. Conozcamos los puntos a favor y en contra de este tipo de combustibles:
Ventajas de los residuos industriales
- Buen rendimiento con unos poderes caloríficos elevados (parecidos al pellet e incluso a veces superiores, especialmente en el caso de los huesos de aceituna.
- Precios muy competitivos (similares o menores a los de la astilla). Su precio es inferior debido a ser subproductos de un proceso industrial.
- Disponibilidad y variedad de tipologías (abundancia de productos y cantidades) al haber grandes producciones en España
Inconvenientes de los residuos industriales
- La producción agroindustrial es estacional y por tanto, sus residuos también. El suministro depende en gran medida de la zona de España donde nos encontremos.
- Su contenido en cenizas, aunque es aceptable, es superior al del pellet, por lo que las labores de mantenimiento son mayores.
- No son productos homologables: riesgo de elección de materiales de baja calidad. La combustión de un residuo mal tratado o de baja calidad puede dar lugar a procesos de corrosión en los equipos, emisiones nocivas para el medioambiente… Por ejemplo, las diferentes calidades del hueso de aceituna afectarán al contenido de cenizas y su solidificación, creación de elementos corrosivos además de presentar un diferente nivel de humedad y por tanto mayor o menor poder calorífico.
«Los residuos agroindustriales presentan en general altos poderes caloríficos»
Homologación en los tipos de residuos de biomasa
La región SUDOE (España, sur de Francia y Portugal) constituye un mercado con características particulares que difieren del resto de Europa. En ella hay una gran producción de combustibles como huesos de aceituna, cáscaras de almendras y cáscaras de piñones que no se utilizan en otras regiones europeas. Combustibles que carecen de un sistema de homologación y que por tanto, si son de baja calidad pueden provocar muchos problemas en los equipos y afectar significativamente a su mantenimiento, rendimiento y durabilidad.
En esta coyuntura es donde entra BIOmasud, proyecto de financiación europea, cuyo objetivo es no competir con otras certificaciones existentes para otros tipos de biomasa, como ENplus, sino establecer un sello que reconozca otros sistemas de certificación si los productores aportan información complementaria y se garantizan unos requerimientos de sostenibilidad en toda la cadena de valor de esos productos.
El destinatario principal del sello son los residuos agroalimentarios para fines no industriales que se utilizan en pequeñas y medianas calderas, estufas o grandes instalaciones, pero con la necesidad de garantías de calidad debido a su ubicación. Huesos de aceituna, cáscaras de piñones, cáscaras de almendras, piñote…
Los poseedores del sello serán empresas que produzcan estas biomasas o las comercialicen, que se hayan comprometido, mediante contrato, con BIOmasud a cumplir una serie de requerimientos.
Finaliza aquí la serie en la que explicábamos los diferentes tipos de combustibles. Antes de elegir uno u otro equipo y la forma de combustible a utilizar es indispensable informarse de cuál es el que más nos conviene. Si tienes dudas, pregunta a tu instalador de confianza y él te asesorará.