Elegir el sistema de calefacción y/o ACS de forma adecuada es un punto fundamental en el confort del hogar. De nuestra decisión dependerá lo eficiente que sea el sistema según las necesidades que tenga la vivienda, además de otros factores importantes como la temperatura que deberá tener el agua caliente sanitaria de nuestro sistema.
Tipos de sistemas de calefacción
Tenemos distintas soluciones para el suministro de calefacción y agua caliente. Por un lado, podemos encontrar sistemas que ofrecen el suministro de ambas de forma conjunta (sistemas mixtos), mientras que otros sistemas pueden ofrecer solo agua caliente o solo calefacción.
Sistema de calefacción y agua caliente mixto
En estos sistemas se combinan los servicios de calefacción y agua caliente sanitaria, donde podemos encontrar una gran variedad de calderas y bombas de calor que cumplen esta función. Son instalaciones que ocupan menos espacio y obtienen una mayor eficiencia, ya que todo el consumo se controla desde la caldera.
Las calderas calentarán el agua y con ella alimentarán todo su sistema de calefacción y también al sistema de agua caliente. Por otro lado, las viviendas que no cuentan con una caldera, obtendrán el agua caliente mediante calentadores o termos, instalados únicamente para ese servicio.
Antes de instalar un sistema de agua caliente sanitaria, se recomienda contar con una opinión experta por profesionales, que te puedan aconsejar cual es el sistema que más te conviene según las necesidades de tu vivienda.
Sistema de agua caliente sanitaria
Si solo queremos optar por un servicio, encontramos distintos sistemas que pueden ofrecerlo, como termos y calentadores, sistemas de aerotermia, etc.
Los calentadores de gas, como hemos comentado, abastecen únicamente de un servicio. Pueden proporcionar una gran cantidad de agua, aunque con un límite de producción por minuto, por lo que habrá que saber bien las necesidades de la casa antes de instalar uno. Una de sus ventajas es que ocupan muy poco espacio por lo que son bastante cómodos en la instalación.
Otro de los sistemas que podemos encontrar son los termos eléctricos, los cuales acumulan una cantidad específica de agua para calentarla, ya que no pueden generarla instantáneamente. Suelen generar un mayor consumo, por lo que es menos eficiente, aunque también es una opción muy cómoda debido a la inmediatez del agua caliente cuando se demanda. Además, otra ventaja es que no requiere de instalaciones complejas de gas o similares, lo que la hace muy atractiva en viviendas aisladas.
Además, dependiendo del consumo o demanda que tengamos de agua caliente, tenemos dos tipos de sistemas: acumulación e instantáneos.
Los sistemas instantáneos calientan el agua justo en el momento en el que se demanda en la vivienda. Al no ser necesario mantener agua caliente para el consumo, ahorraremos mucha energía, siendo sistemas muy interesantes si no se demanda una gran cantidad de agua caliente sanitaria.
Los sistemas por acumulación, por otro lado, mantienen agua caliente en un depósito, para poder hacer frente de esta forma a una demanda alta de agua caliente sanitaria, así no necesitarán una gran potencia para abastecer a toda la vivienda.
La temperatura correcta para el agua caliente sanitaria
Son pocos los usuarios que saben que es posible regular la temperatura del agua caliente sanitaria para poder ahorrar en nuestro consumo y, consecuentemente, en la factura energética de la vivienda.
Primero deberemos saber qué tipo de sistema es el que tenemos instalado:
Si es un sistema mixto instantáneo, serán calderas mixtas o calentadores de gas que proporcionen agua caliente y calefacción al mismo tiempo, donde lo más utilizado suelen ser las calderas murales de gas. En estos sistemas, es aconsejable que la temperatura del agua caliente sanitaria esté entre los 40 – 50ºC.
Por otro lado, los sistemas que llevan incorporados un acumulador como algunas calderas y termos eléctricos, la temperatura deberá ser más alta, para poder calentar en poco tiempo la suficiente agua almacenada para cuando sea demandada. Esta temperatura deberá oscilar entre los 55 – 60ºC.
Estos son los rangos de temperatura adecuados para tener un sistema eficiente con el que poder ahorrar energía sin perder confort. Se estima que por cada 5ºC que se baje la temperatura de la caldera, se conseguiría ahorrar aproximadamente un 5% de energía.
En Greenheiss apostamos por los sistemas de ACS que proporcionen el mayor confort y eficiencia, poniendo a disposición de los profesionales los equipos necesarios para una instalación de calidad en las viviendas.