Nuevo año, nuevos propósitos, nuevos proyectos, y ¿por qué no renovar la chimenea de tu vivienda?. Para inaugurar este 2017 os traemos un artículo en el que os contamos las 4 principales ventajas que supone la instalación de estufa de leña en una chimenea. ¡Comenzamos!
TECNOLOGÍA AVANZADA
El avance de la tecnología nos ha permitido conseguir unos hogares insertables y monobloques con una alta clasificación energética. Esto se traduce en que se obtiene un mayor rendimiento de la leña. En el caso de los hogares Greenheiss, todos tienen una clasificación energética de 1 según la normativa europea. Si llevamos todo esto a número, en nuestros equipos de biomasa se alcanzan rendimientos del combustible por encima del 70% cuando en una chimenea tradicional el rendimiento es del 10%.
AHORRO DE COMBUSTIBLE
El gran incremento del rendimiento que acabamos de comentar, tiene como consecuencia directa un mayor ahorro de combustible. En la siguiente infografía podéis comparar el consumo necesario de leña para una habitación de 35 m² en función de la clasificación energética del hogar o chimenea.
MAYOR AUTONOMÍA
Más eficiencia, menor consumo (hasta un 86% menos) y por tanto, un mayor confort. Y es que no tendremos que ir alimentando cada poco tiempo a la chimenea de leña ya que la carga durará más. El periodo entre cargas aumenta considerablemente en una chimenea de clasificación energética 1.
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Y por último, cuanto más eficientes seamos y más rendimiento saquemos al combustible de biomasa, todavía cuidaremos más el medio ambiente. Todos salimos ganando, incluida la naturaleza.
Ya os hemos contado las ventajas, pero, ¿Qué requieren este tipo de instalaciones? ¿son complejas?. De la mano de un profesional cualificado, la instalación de estufa de leña en chimenea es algo relativamente sencillo y rápido. Únicamente hay que tener en cuenta algunas consideraciones:
- La chimenea debe estar perfectamente limpia antes de la instalación.
- Debe dejarse siempre una pequeña distancia entre el nuevo equipo y las paredes ya que al calentarse tendrá una pequeña expansión.
- El tubo de la chimenea debe estar preferiblemente en vertical y no tener curva superior a los 45°.
- Siempre que sea posible conviene dejar una “puerta de acceso” para el futuro mantenimiento.
- La rejilla frontal y lateral deben estar a una distancia mínima del techo de 30 cm.
- Se debe aislar correctamente la chimenea para que la ceniza incrustada no salga por la rejilla.