El polémico impuesto al sol en España, desde que se aprobó en octubre de 2015 lo que se denominó «peaje de respaldo» aplicable a los autoconsumidores energéticos, han sido muchas las idas y venidas, recursos, críticas…
Sin embargo, este polémico «peaje» chocaba de lleno con la política europea de impulso a las renovables promovida desde la Unión Europea.
¿Peaje solidario?
El origen y justificación de este impuesto se basa en el uso que los autoconsumidores hacen del sistema eléctrico -en concepto de transporte y distribución- y en la medida en que se usa «para contribuir como cualquier otro consumidor» a otros costes.
Las instalaciones domésticas de autoconsumo generan su propia electricidad mediante módulos fotovoltaicos, y habitualmente están conectadas a la red eléctrica. De ésta reciben energía extra para cubrir sus necesidades, cuando no brilla el sol o cuando las necesidades son mayores que lo producido. Y en el caso de que el autoconsumidor doméstico no consuma toda la energía solar que genera, ésta asimismo, se vierte en la red eléctrica.
Por tanto, como es indispensable estar conectado a la red, tiene sentido el tener que abonar un coste o «peaje». Sin embargo, la discusión surge cuando el pago se produce no sólo en aquellos momentos en que necesitan recurrir a la red, y no, como establece el Real Decreto 900/2015 aprobado en marzo de 2015, en los momentos en los que no están consumiendo de la red, es decir en aquellos momentos en los que los módulos fotovoltaicos están funcionando.
Esto resulta una penalización clara a las renovables ya que contribuye a que el consumidor no invierta en ellas por los costes añadidos que supone, con la paradoja que aún “regalando” excedente de energía a la red, se debe pagar por ello.
«Las instalaciones domésticas de autoconsumo generan su propia electricidad mediante módulos fotovoltaicos, y habitualmente están conectadas a la red eléctrica. «
¿Qué ocurría en Europa con este impuesto al sol?
Paradójicamente España es el único país que contaba con una normativa que entorpece el autoconsumo. En Portugal por ejemplo «se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado». Además, en otros países como Alemania, Suiza o Dinamarca, a pesar de que las horas de sol son menores, lejos de frenar el autoconsumo, se trata de potenciar.
Más allá de la estrategia energética de cada país, se fueron presentando en el Parlamento de la Unión Europea una serie de propuestas cuyo objetivo era aumentar la cuota de energías renovables al menos el 35% para 2030, obligando a cada país a fijar unos objetivos. Objetivos cuyo cumplimiento podrían derivar en la eliminación del impuesto al sol.
Derogación del impuesto al sol en España
Tras una serie de polémicas y críticas, el impuesto al sol fue finalmente derogado. Además, para promover las instalaciones de placas de energía solar de autoconsumo, se fueron estableciendo una serie de reformas que puedan hacer del autoconsumo una energía atractiva a nivel energético y económico. Algunas de ellas serían:
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Supresión del impuesto. Ya no hay que pagar nada por generar nuestra energía.
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Ya no es necesario un permiso eléctrico para compartir proyectos inferiores a 15 kW
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Compensación para pequeños consumidores, por la energía vertida a la red eléctrica.
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Podemos compartir la energía solar que generamos. Es decir, puedes compartir tu energía con un vecino o instalarse en comunidades de vecinos, para que todo el que quiera pueda tener su parte de la instalación.