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Biomasa y suelo radiante; una combinación que ahorra y da confort

Biomasa y suelo radiante; una combinación que ahorra y da confort

El sistema de calefacción mediante suelo radiante es cada vez más utilizado en instalaciones domésticas.  La sensación térmica que percibimos y con la que se alcanza el confort, implica a la temperatura del aire del recinto pero también a la temperatura media de los cerramientos (pavimentos, paredes y techo) que limitan el recinto. ¿Es compatible una caldera de biomasa para suelo radiante? Por supuesto. Y además implica un gran número de ventajas que comparte con los sistemas de biomasa como la eficiencia energética.

El sistema de calefacción de suelo radiante trabaja a baja temperatura mediante una red de tuberías ubicadas bajo el pavimento, calentando este y por tanto la estancia, la temperatura del agua se distribuye por lo general entre 40-45ºC. El llamado «suelo radiante» representa un ahorro de energía y por tanto de dinero. Un ejemplo muy claro:  en una estancia tipo, para lograr una temperatura de 21ºC con radiadores se necesita calentar el ambiente a 22ºC mientras que con este sistema se tiene la misma sensación térmica a los 20ºC. Sin duda, igual confort con mayor ahorro. Además la transmisión del calor es a través de radiación y no del aire por lo que la sensación de confort es directa.

Suelo radiante y caldera de biomasa; una pareja que funciona muy bien

Cuando el suelo radiante va acompañado de una caldera de pellets, el  rendimiento el muy alto. Se puede trabajar a menor temperatura logrando menos pérdidas en las redes de distribución. Eso no quita para que la misma caldera trabaje a un excelente rendimiento con un sistema «estándar» de radiadores o en uno de combinación de diferentes emisores (suelo radiantes, fancoils o radiadores). La flexibilidad de la biomasa respecto al emisor es mayor que las bombas de calor.

El carácter de la inercia del calor también pone de acuerdo a la biomasa y el suelo radiante. Ambos no pueden detenerse de forma inmediata por el calor acumulado sobre la instalación en el caso del «radiante». En las calderas de biomasa de pellets por ejemplo, no se puede detener su combustión hasta que se quemen los últimos restos introducidos.

biomasa para suelo radiante

calefacción suelo radiante

Ventajas e inconvenientes del suelo radiante

Las ventajas que presenta este tipo de instalación con suelo radiante son:

  • Proporciona una agradable sensación de confort por su transmisión por radiación y no por circulación.
  • No ocupa espacio, ni en paredes ni en techos (más allá del sistema oculto y del sistema hidráulico)
  • Mayor limpieza que un sistema de fancoils o radiadores
  • Menor consumo de energía que otros sistemas de calefacción. Ahorro considerable
  • Mayor aislamiento que en una instalación de radiadores.

Los inconvenientes se suelen limitar a una mayor complejidad en la instalación:

  • Requiere una planificación anticipada en la obra de construcción o reforma.
  • Requiere de espacio suficiente para una buena colocación (sistema hidráulico y sistema de serpentines)
  • Mayor tiempo de instalación y mayor complejidad (instalación, vertido, nivelado del mortero)
  • Coste superior al de una instalación con radiadores.

En estas instalaciones, desde el punto de vista de la caldera, hay un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta: la pérdida de carga. A mayor  longitud de los circuitos, mayor pérdida de carga a superar por la bomba de la caldera para lograr una distribución correcta del agua de calefacción por todas las tuberías.

Existen dos tipos de instalación en función de si la caldera y su bomba van a poder vencer esa pérdida de carga o no:

1.- Conexión directa de la caldera a la instalación.
2.- Conexión de la caldera con la instalación a través de un sistema hidráulico.

Merece la pena estudiar ante la construcción o reforma de una vivienda o unifamiliar, la opción de combinar suelo radiante y caldera de biomasa por las ventajas que juntos pueden ofrecer al usuario.