Una de las decisiones que se deben tomar cuando se instala un silo es dónde vamos a ubicarlo. Aspectos como el tipo de instalación que se va a realizar, la disponibilidad de espacio… son grandes condicionantes que influyen en la elección del lugar en que instalaremos el silo. Dentro del edificio o vivienda, en un almacén independiente, junto a la caldera… hay diferentes maneras de enfocarlo. En este artículo os las contamos.
Interiores
Cuando se decide instalar el silo dentro de un almacén o estancia lo más importante es la impermeabilización de ese lugar para evitar la entrada de agua del subsuelo o de las paredes en los sótanos. Además, debe haber una excelente ventilación para permitir el secado de la materia de biomasa y evitar la aparición de mohos.
Exteriores
Si la instalación se realiza en el exterior, es decir, a la intemperie, se deben tener en cuenta aspectos como la carga de viento, o la necesidad de incluir una capa de protección contra la lluvia o de protección UV. A este respecto, el tipo de material con el que se haya construido el silo es el que determinará algunas características, tal y como aparece en la siguiente tabla.
Subterráneos
Una gran opción cuando no existe espacio suficiente para el almacenamiento dentro de la vivienda o en el exterior. Suelen ser de hormigón o material plástico. Por las características de su ubicacion, es obligatorio que cumplan una serie de requisitos:
- Herméticos
- Total impermeabilidad
- Evitar la condensación
- Estar asegurados contra la flotabilidad causada por una crecida de las aguas subterráneas
3 tipos de ubicaciones pero diversos tipos de silos en cuanto a materiales, sistemas de extracción de la biomasa… Sin embargo, todas tienen algo en común: la ejecución de estos proyectos requieren de una cuidadosa planificación en la que siempre se debe respetar la normativa local y otros reglamentos para el almacenamiento de combustible.