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Las diferencias entre calderas y estufas de biomasa: ¿Cuál es mejor?

Las diferencias entre calderas y estufas de biomasa: ¿Cuál es mejor?

Hace unas semanas, la Comisión Europea elaboró un documento con las bases de la estrategia sobre calefacción y refrigeración, lo que afectará a la instalación de sistemas renovables eficientes como las calderas y estufas de biomasa.

El objetivo prioritario es fomentar la instalación de sistemas eficientes y sostenibles, para así, reducir la dependencia energética de la Unión Europea, abaratar los costes vinculados al consumo y avanzar en la línea que exigen los compromisos medioambientales asumidos en la COP21 de París.

Y es que aunque en los últimos años se está avanzando en la instalación de sistemas de energías renovables, aún el 75% de la energía utilizada procede de combustibles fósiles (con predominio del gas). Si tenemos en cuenta que los edificios concentran el 80% del consumo total en calefacción y refrigeración,  todo indica que en los próximos años la demanda de soluciones para viviendas como la biomasa, seguirá en una línea creciente.

Sin embargo, cuando uno se decide a realizar este tipo de cambios en su vivienda y comete el acto racional de informarse previamente, se da cuenta de que existen gran variedad de opciones y que es realmente complicado elegir. Vamos a tratar de ayudaros con esto.

Calderas y estufas de biomasa

Lo primero que hay que saber es básicamente hay dos tipos de instalaciones de biomasa: las estufas y las calderas.

Las estufas de biomasa tienen un precio más económico y están orientadas a calentar una estancia concreta de una vivienda o su totalidad si se trata de un piso de dimensiones reducidas. En viviendas de mayor tamaño sirven de complemento para la instalación de calefacción existente (hibridación), ayudando a reducir el gasto total en calefacción.

A nivel de combustible, el pellet y la leña son los más utilizados. La principal diferencia es el espacio de almacenaje que requiere cada uno. Los pellets pequeño, mientras la leña mucho mayor. Esto hace que dentro de las estufas, las estufas de pellets sean las más demandadas.

 

calderas y estufas pellets

 

Las calderas de biomasa, por otro lado, van dirigidas a viviendas de mayor tamaño (por ejemplo, unifamiliares) y a pisos situados en zonas con un clima más duro en invierno. Con este tipo de instalaciones se sustituye la caldera existente (gas, gasoil…) y se alimenta el sistema de calefacción instalada (suelo radiante, radiadores…) y la demanda de ACS.

La clave es calcular la potencia que debe tener la caldera para satisfacer nuestra demanda. Este tipo de cálculos los debe realizar un profesional acreditado para evitar caer en el común error de sobredimensionar la potencia de la caldera. No obstante, para que tengáis una ligera idea de por donde pueden ir las cosas, os dejamos una aproximación:

  • Vivienda bien aislada: 80 W/m2
  • Vivienda con aislamiento normal: 100 W/m2
  • Vivienda mal aislada: 120 W/m2

En cuanto al combustible, las calderas de leña resultan la opción más económica pero su mantenimiento requiere de una supervisión diaria y sus sistemas no son tan prácticos como los de las calderas de pellet. Las calderas de pellets tienen un precio mayor pero ofrecen ventajas como la automatización de la su carga.